El Test de Intolerancia Alimentaria, también conocido como estudio de sensibilidad alimentaria, evalúa la respuesta inmunológica a ciertos alimentos. Esta prueba, que no debe confundirse con una alergia alimentaria (IgE), mide los niveles de Inmunoglobulina G (IgG) específica en reacción a varios alimentos.
La IgG es un anticuerpo o substancia producida como respuesta de defensa en el organismo cuando un «intruso» entra en el.
Este «intruso» puede ser un virus o un alimento que el cuerpo reconoce como perjudicial. Y esa lucha entre el anticuerpo y el antígeno queda reflejada en una analítica sanguínea como «reacción antígeno-anticuerpo positiva«.
La presencia de IgG en respuesta a un alimento indica una intolerancia.
Eliminar de la dieta aquellos alimentos que resultan en una reacción positiva en el test de intolerancia a alimentos puede reducir o eliminar síntomas asociados a la intolerancia.
Este análisis se realiza mediante una muestra sanguínea, poniendo en contacto pequeñas cantidades de sangre con diferentes alimentos.
La reacción se clasifica en tres grados de intolerancia:
El test de intolerancia a alimentos es una herramienta valiosa para mejorar significativamente la calidad de vida. Al identificar específicamente aquellos alimentos que causan reacciones negativas en nuestro cuerpo, este test nos permite adoptar una dieta personalizada que respeta las necesidades únicas de nuestro sistema inmunológico.
Además, al evitar aquellos alimentos que nuestro cuerpo no tolera bien, podemos prevenir complicaciones de salud a largo plazo y fomentar una nutrición más efectiva y balanceada.