Hoy día, la ciencia asevera que diversas enfermedades están directamente relacionadas con el ambiente donde vivimos. Esto incluye nuestra vivienda e incluso el lugar específico donde dormimos.
Nos rodean fenómenos físicos como líneas eléctricas, alta tensión, transformadores, y antenas de telefonía móvil.
Además, los tóxicos ambientales como materiales de construcción y productos de limpieza, así como los efectos secundarios de la luz led y fenómenos telúricos del subsuelo, son algunos de los peligros en nuestros hogares. Estos se conocen como «la enfermedad silenciada».
La Geobiología, conocida como «la Medicina del Hábitat», es un puente entre la antigua tradición y las más recientes investigaciones científicas. Concede importancia a la vivienda, los materiales con los que está construida, y su ubicación. Esto demuestra que nuestro «dulce hogar» puede ser responsable de varias enfermedades.
Al evaluar el precario estado de salud en occidente, no se suelen considerar los factores medioambientales y elementos artificiales como los fenómenos físicos antes citados. Sin embargo, hay crecientes evidencias de la influencia del entorno en nuestra vida.
Factores como la contaminación electromagnética, un factor de riesgo invisible, inciden en nosotros y pueden causar trastornos y enfermedades, muchas veces crónicas
La Geobiología o Medicina del Hábitat debería formar parte de una visión integral u holística de la medicina en el hombre occidental.
Esto implica abarcar todos los aspectos que pueden causar enfermedades, incluyendo microbios, energías, estrés, productos físicos y químicos.
